Enfrentando los temas difíciles.

Sí, estamos progresando en la descarbonización del mundo. Pero las industrias son un desafío difícil. Si queremos tener éxito en ello, no solo necesitamos colaboraciones. Necesitamos alianzas.
Descarbonizar estas industrias requiere coraje. Requiere empujar los límites y una gran colaboración entre varias partes interesadas.
Tim Holt, miembro de la Junta Directiva de Siemens Energy

Reducir las emisiones: la principal tarea a la que se enfrentan nuestras principales industrias

Industrias como la del acero, aluminio, petroquímica, papelera y cementera son fundamentales para nuestra forma de vida. Representan alrededor del 25% del PIB mundial.

Pero a pesar de lo cruciales que son estas industrias, son grandes contaminantes. Produciendo alrededor del 28% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo.

Ya estamos viendo algunos de los peores efectos del cambio climático, con eventos extremos que se vuelven más severos y frecuentes. Necesitamos un cambio urgente, como lo deja claro el informe World Energy Outlook 2022 de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

 

Este informe destaca que la inversión y la realización de proyectos en la transición energética deben acelerarse sustancialmente. Solo así podremos reducir el número de personas que carecen de acceso a una energía asequible, confiable y sostenible.

Pero transformar sectores que no pueden usar directamente energías renovables es difícil. Los necesitamos; no podemos simplemente apagarlos.

 

Entonces, la solución es descarbonizarlos. Podemos lograr esto de varias maneras: aumentando la eficiencia energética; mediante la optimización de procesos; con el uso de soluciones que incluyan un cambio de carbón a gas, aumentando el uso de hidrógeno renovable y con la captura, uso y almacenamiento de carbono (CCUS); pero, sobre todo, a través de la formación de nuevas alianzas.

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Ver: Por qué las alianzas son la respuesta

Necesitamos llevar las colaboraciones al siguiente nivel: trabajando de cerca, unidos en una misión conjunta para hacer realidad la descarbonización.

Abordando el duro trilema energético

Aumentar el uso de fuentes de energía renovables no es suficiente y, como se mencionó, muchas industrias que consumen grandes cantidades de energía no pueden aprovecharlas en ningún caso.

 

Necesitamos construir una nueva infraestructura. Y tenemos que enfrentarnos al llamado trilema energético.

 

Sostenibilidad, asequibilidad y seguridad energética.

A medida que desarrollamos soluciones más amigables con el clima, debemos asegurarnos de que sean estables y confiables, y que no sean prohibitivamente caras. Al aumentar la eficiencia y escalar rápidamente las nuevas innovaciones, los costos pueden hacerse más manejables.

 

Solo logrando los tres elementos del trilema energético podemos lograr una descarbonización duradera de sectores difíciles de reducir.

 

Es un desafío difícil, duro. Pero creemos que se puede cumplir.

El hidrógeno limpio reduce los gases de efecto invernadero

El hidrógeno verde proporciona una forma efectiva y confiable de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de industrias difíciles de descarbonizar, como en la producción de acero verde. Al desarrollar conjuntamente soluciones que incorporan hidrógeno en la combinación de combustibles y al aumentar la eficiencia de los procesos y tecnologías, ya estamos viendo resultados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Alianzas de descarbonización

Estamos trabajando con otros para desarrollar soluciones de nueva generación totalmente sostenibles, incluidos los combustibles electrónicos

Pero, por supuesto, aún queda mucho por hacer, no solo en la transferencia de las soluciones utilizadas para las industrias difíciles de reducir a otros sectores, sino en la formación de alianzas cada vez más estrechas.

Enfrentando el futuro, juntos

La historia muestra que está forjando alianzas que ha permitido a los humanos sobrevivir, prosperar y progresar.

 

Y ahora, nuestro futuro depende de las alianzas humanas.

Un sistema energético descarbonizado es posible si todos adoptamos esta visión.

Aspiramos a una cadena de valor cero neto y nos hemos comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por el uso de productos vendidos en un 28 por ciento para 2030.